Serie: De la Idea al Éxito – Cómo construir tu videojuego indie
Después de haber capturado y documentado una idea sólida, llega el momento de convertir esa chispa creativa en algo jugable. Pero aquí es donde muchos desarrolladores indie tropiezan: quieren hacerlo todo al mismo tiempo. ¿La solución? Enfocarse en un prototipo mínimo viable (PMV).
El PMV es la versión más simple y funcional de tu juego que permite probar su núcleo jugable. No necesita gráficos pulidos, sonido perfecto ni historia completa. Solo necesita funcionar lo justo para validar tu idea.
¿Qué es realmente un prototipo mínimo viable?
Es un pequeño experimento que responde a esta pregunta:
¿Este juego va a ser divertido, interesante o funcional como lo imagino?
El PMV te permite:
- Probar la mecánica central de tu juego.
- Recoger feedback temprano.
- Ahorrar tiempo, energía y frustración.
- Evitar desarrollar características que luego no aportan.
No es una demo para mostrar al público. Es una herramienta para ti como desarrollador.
Enfócate en lo esencial
Antes de abrir el motor de juego, responde estas tres preguntas:
- ¿Cuál es la mecánica principal?
Por ejemplo: saltar entre plataformas, resolver acertijos con luz y sombra, disparar con precisión. - ¿Qué necesita el jugador para probar esa mecánica?
Necesitarás controles básicos, un personaje funcional y un entorno sencillo. - ¿Cómo sabrás si el PMV está funcionando?
Define un objetivo claro, como: “El jugador debe poder moverse y recolectar 3 objetos usando la mecánica base”.
Todo lo que no sea necesario para esto, puede esperar.
Herramientas ideales para crear tu PMV
Estas herramientas te ayudarán a montar tu PMV rápidamente:
- Unity o Godot: ideales para prototipos 2D o 3D.
- Construct o GDevelop: sin necesidad de programar.
- Ink + Unity: si tu prototipo es narrativo o basado en decisiones.
- Draw.io o Miro: para diagramar niveles o flujos sin programar.
Usa gráficos temporales, incluso bloques o íconos. Lo importante es probar, no impresionar.
Itera y valida temprano
Una vez que tu PMV esté funcionando, haz que alguien lo juegue (aunque sea tú mismo con mirada crítica). Hazte estas preguntas:
- ¿La mecánica se siente fluida?
- ¿La intención del diseño es clara?
- ¿Es divertido o tiene potencial de serlo?
Si no lo es, no significa que tu idea es mala. Significa que necesitas ajustar. El PMV te da esa flexibilidad sin el peso de haber construido todo el juego.
Ejemplo rápido
Supongamos que tu idea es un juego donde el jugador manipula el tiempo para resolver acertijos. Tu PMV podría ser:
- Un personaje que se mueve.
- Una caja que puedes empujar.
- Un botón que, al activarlo, rebobina el movimiento de la caja.
- Un objetivo simple: empujar la caja a una zona activando el botón.
No hay historia, menús ni efectos visuales complejos. Solo mecánica en acción.
Muchos juegos indies exitosos comenzaron como un prototipo feo pero funcional. Lo importante es probar ideas rápido, fallar barato y aprender mucho.
No te enamores de la idea inicial. Enamórate del proceso de descubrir lo que realmente funciona.