Videojuegos que llegaron al espacio y la ciencia

Los videojuegos no solo han conquistado nuestros hogares y dispositivos móviles, también han trascendido fronteras insospechadas: el espacio y la ciencia. Desde títulos que han viajado literalmente fuera de la Tierra hasta juegos que ayudan a resolver problemas científicos reales, la relación entre videojuegos y conocimiento humano es mucho más profunda de lo que imaginamos.

Hoy exploraremos tres casos fascinantes: Tetris en una misión espacial, la NASA usando mecánicas de juego para entrenar astronautas y proyectos científicos donde los jugadores han resuelto problemas que los supercomputadores no pudieron.

Tetris: de la URSS al espacio exterior

Lanzado en 1984 por Alekséi Pázhitnov, Tetris es uno de los videojuegos más icónicos de todos los tiempos. Pero lo que pocos saben es que en 1993 se convirtió en el primer videojuego en llegar al espacio.

El cosmonauta Aleksandr A. Serebrov llevó consigo una copia de Tetris en su Game Boy durante una misión a bordo de la nave Soyuz TM-17. El cartucho, junto con la consola, orbitó la Tierra más de 170 veces y hoy forma parte de la historia, exhibido en museos como una pieza que demuestra la unión entre cultura pop y exploración espacial.

La NASA y la gamificación del entrenamiento espacial

Más allá de los juegos de entretenimiento, la NASA ha usado conceptos de videojuegos en el entrenamiento de astronautas. La agencia espacial desarrolló simuladores y experiencias interactivas que funcionan como “juegos serios”, permitiendo a los astronautas practicar maniobras, coordinación y resolución de problemas en un entorno controlado.

Incluso lanzó experiencias para el público, como el juego Moonbase Alpha (2010), que simulaba la vida y las tareas en una base lunar. Este tipo de iniciativas no solo entretienen, también inspiran vocaciones científicas y ayudan a los jugadores a comprender los desafíos reales de la exploración espacial.

Videojuegos que impulsan la ciencia: el caso de Foldit

Uno de los ejemplos más asombrosos de videojuegos aplicados a la ciencia es Foldit, un juego lanzado en 2008 por investigadores de la Universidad de Washington. Su objetivo era simple en apariencia: doblar proteínas en formas estables.

Lo sorprendente fue que miles de jugadores, sin conocimientos avanzados de bioquímica, lograron resolver en semanas un problema científico que llevaba años sin respuesta: la estructura de una enzima clave en la lucha contra el VIH.

Este logro mostró que los videojuegos no solo entretienen, sino que también pueden convertirse en herramientas de investigación colaborativa, aprovechando la creatividad y lógica de millones de jugadores en todo el mundo.

Los videojuegos han demostrado que pueden ir mucho más allá del entretenimiento. Desde acompañar a un cosmonauta en órbita con Tetris, pasando por el uso de mecánicas lúdicas en los entrenamientos de la NASA, hasta resolver problemas científicos complejos gracias a juegos como Foldit, la historia nos muestra que el poder de los videojuegos trasciende fronteras.

En cada caso, vemos cómo los videojuegos se conectan con la humanidad en sus retos más grandes: explorar el espacio, entrenar para lo imposible y resolver misterios científicos. Quizás, el próximo gran descubrimiento también llegue de la mano de un videojuego.

Enlaces de interés:

Historia de Tetris en el espacio – The Strong Museum

Moonbase Alpha – NASA Game

Foldit – University of Washington

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