Cuando el jugador escribe parte de la historia
En los videojuegos tradicionales, el jugador avanza por una historia ya escrita, con muy poco margen para alterar el rumbo. Sin embargo, en muchos videojuegos indie, darle al jugador la capacidad de decidir y ver las consecuencias de sus acciones se ha convertido en una mecánica fundamental para crear experiencias personales, memorables y emocionalmente impactantes.
Hoy exploramos cómo las decisiones —grandes o pequeñas— pueden convertirse en el alma de un videojuego, y cómo puedes aplicar esta mecánica en tu propio desarrollo.
¿Qué significa realmente “decisiones y consecuencias”?
Esta mecánica se basa en darle al jugador opciones que influyen en el desarrollo de la historia, los personajes, el mundo o incluso las mecánicas del juego. No se trata solo de elegir entre dos caminos, sino de sentir que las acciones tienen peso real.
Las decisiones pueden ser:
- Narrativas: elegir qué decir o a quién ayudar.
- Mecánicas: usar o no una habilidad, eliminar o perdonar enemigos.
- Estratégicas: decidir a qué recursos renunciar, a qué facción unirse, qué mejorar primero.
Y las consecuencias pueden ser inmediatas, graduales o incluso emocionales.
Ejemplo brillante: Undertale
En Undertale, puedes jugar matando a todos los enemigos, sin matar a ninguno o tomando decisiones mixtas. Cada una de estas rutas transforma completamente el juego: los diálogos cambian, los jefes reaccionan diferente y el final varía profundamente.
La clave está en que el juego recuerda lo que hiciste, y te hace sentir responsable por tus elecciones. Incluso después de “reiniciar”, el juego mantiene un rastro de tu pasado. Eso convierte cada decisión en algo vivo y trascendente.
Otros juegos indie que brillan con esta mecánica
- Papers, Please: decidir entre seguir la ley o ayudar a una familia oprimida, con finales y situaciones muy diferentes.
- The Stanley Parable: explora el acto de decidir como una ilusión o un juego existencial.
- To the Moon: aunque con decisiones mínimas, cada escena emocional se siente guiada por elecciones pasadas.
- Oxenfree: el sistema de diálogos es fluido y tus elecciones cambian relaciones y desenlaces.
Ideas para aplicar decisiones y consecuencias en tu juego
- Haz que incluso las decisiones pequeñas importen
- ¿Le diste comida a un personaje hambriento? Tal vez te ayude más adelante.
- ¿Ignoraste a alguien? Quizá no vuelva a aparecer jamás.
- Cambia el mundo según lo que hace el jugador
- Un pueblo se llena de vegetación si ayudas a la naturaleza.
- Una ciudad se vuelve más hostil si luchas en sus calles.
- Deja consecuencias emocionales, no solo lógicas
- El personaje recuerda lo que hiciste.
- Los enemigos temen o respetan tus acciones pasadas.
- El jugador siente remordimiento o orgullo, sin que el juego diga nada.
- Permite decisiones silenciosas
- No decidir también puede ser una decisión.
- Callar ante un dilema puede tener su propio impacto.
Errores comunes a evitar
- Decisiones sin consecuencias reales: si todo termina igual, el jugador lo notará.
- Opciones muy obvias (una “buena” y otra “mala”): la decisión pierde impacto.
- Exceso de decisiones irrelevantes: saturar al jugador puede restar valor a las importantes.
- No considerar el impacto en la rejugabilidad: un sistema bien diseñado invita a volver a jugar para ver qué cambia.
Darle poder real al jugador
En el desarrollo de videojuegos indie, donde el vínculo emocional con el jugador es clave, las decisiones con consecuencias tangibles son una herramienta poderosísima. Le dan agencia, responsabilidad y una historia personalizada.
Tu jugador no solo jugará tu juego: lo vivirá como propio.
Y eso, más que cualquier gráfico o tecnología, es lo que hace inolvidable a un videojuego.