Super Mario Odyssey: La evolución del plataformeo en 3D

Desde su debut en 1985, Mario ha sido mucho más que una mascota de Nintendo: es un ícono del entretenimiento global y uno de los pilares fundamentales de la historia de los videojuegos. A lo largo de los años, sus títulos han ido marcando el estándar dentro del género de plataformas, y en 2017, con el lanzamiento de Super Mario Odyssey para Nintendo Switch, la franquicia volvió a reinventarse de manera magistral.

Super Mario Odyssey es mucho más que otro juego de Mario: es una carta de amor a su legado, una celebración de la creatividad en el diseño de niveles, y un ejemplo brillante de cómo un clásico puede evolucionar sin perder su esencia.

Una aventura con alma de sandbox

La historia de Super Mario Odyssey parte de una premisa sencilla, pero efectiva: Bowser ha secuestrado a la Princesa Peach con la intención de casarse con ella, y Mario, acompañado de su nuevo amigo Cappy, parte en una aventura a través de distintos mundos para impedirlo.

La gran novedad es la estructura tipo sandbox, una evolución del diseño visto en Super Mario 64 y Super Mario Sunshine. En lugar de seguir niveles lineales, Odyssey nos ofrece reinos abiertos con una enorme libertad de exploración. Cada reino está lleno de Lunas de Poder que se obtienen al completar desafíos, resolver acertijos, vencer enemigos o simplemente explorar con atención. Esta libertad convierte la experiencia en un viaje lleno de descubrimientos y sorpresas.

Cappy: una mecánica brillante

Uno de los mayores aciertos de Odyssey es la inclusión de Cappy, un sombrero mágico que Mario lanza para interactuar con el entorno. Pero su función va mucho más allá: Cappy permite a Mario “poseer” a otros personajes u objetos, lo que cambia radicalmente la jugabilidad.

Gracias a esta mecánica, Mario puede convertirse en un Goomba, un misil, un dinosaurio o incluso una lámpara. Cada transformación tiene habilidades únicas que se utilizan para resolver puzzles o acceder a zonas ocultas. Esta innovación le da al juego una sensación constante de frescura, ya que siempre hay algo nuevo que aprender o dominar.

Mundos variados y memorables

El viaje de Mario lo lleva a explorar una gran variedad de mundos, cada uno con un diseño visual y temático único. Desde el colorido Cascade Kingdom, donde encuentras a un T-Rex, hasta el sorprendentemente realista Metro Kingdom (basado en Nueva York), Odyssey no teme romper con los estilos clásicos de la serie.

Uno de los niveles más celebrados por los fans es New Donk City, donde Mario interactúa con humanos de tamaño real en un entorno urbano. Este reino rinde homenaje a Donkey Kong, el primer juego de Mario, y culmina en un desfile musical que muchos consideran uno de los momentos más memorables de toda la saga.

Además, el juego está lleno de pequeños desafíos 2D inspirados en los niveles clásicos de Super Mario Bros., integrados con ingenio en el entorno tridimensional. Esto crea un puente emocional entre el pasado y el presente de la franquicia.

Música y detalles técnicos

La banda sonora de Odyssey es simplemente excepcional. La canción principal, “Jump Up, Super Star!”, interpretada por Pauline (personaje clásico de la saga), se convirtió en un himno instantáneo del juego. La música varía entre estilos modernos, jazz y temas orquestales que acompañan perfectamente cada reino y situación.

Técnicamente, el juego es una maravilla. Corre de forma fluida en la Nintendo Switch, incluso en modo portátil, y muestra el dominio absoluto de Nintendo sobre su hardware. Los gráficos, aunque estilizados, están llenos de detalle, con efectos de luz, físicas y animaciones impecables.

Contenido para todos los niveles

Super Mario Odyssey logra un equilibrio perfecto entre accesibilidad y desafío. Los jugadores más casuales pueden avanzar con relativa facilidad, pero los más dedicados encontrarán desafíos opcionales cada vez más complejos a medida que recolectan más Lunas.

Tras completar la historia principal, el juego se expande aún más con nuevos objetivos, reinos secretos y un contenido post-juego muy generoso. Además, los trajes desbloqueables, los modos especiales y las referencias a otras entregas convierten a Odyssey en una experiencia muy rejugable.

Un clásico moderno

Super Mario Odyssey no solo está entre los mejores juegos de Nintendo Switch, sino que es una obra maestra del diseño de videojuegos. Reúne lo mejor de la historia de Mario, lo combina con ideas nuevas y lo presenta en un formato que se siente fresco, accesible y lleno de alma.

Para veteranos de la franquicia, es una celebración nostálgica. Para los nuevos jugadores, es una puerta de entrada perfecta al universo de Mario. Y para cualquier amante de los videojuegos, es simplemente una joya que no debe faltar en la colección.

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